¿Por qué aprender un idioma?
Parece una pregunta tan general que es difícil saber por dónde empezar considerando que el propósito de estas palabras no es, en absoluto, ofrecer todas las respuestas a la pregunta, sino explorar algunas de las razones que conducen a la gente a embarcarse en el aprendizaje de un idioma y ver lo que esta actividad conlleva sobre los idiomas y la comunicación.
Hablar de los porqués es hablar de la motivación. Ya en otro blog ‘¿Por qué no consigo aprender inglés?’ se habla tanto de la motivación intrínseca como la extrínseca y aquí también estos dos conceptos están muy presentes; veremos incluso que a veces es difícil dividirlos, que la realidad de una persona, de un alumno demuestra que es imposible saber dónde termina uno y empieza el otro.
Empezaremos de todas formas con dos fuerzas de motivación claramente extrínsecas, el colegio y el trabajo, y luego veremos influencias de una naturaleza más intrínseca.
El colegio: la motivación extrínseca de los niños y adolescentes. Está en el currículo escolar así que hay que hacerlo. Tendríamos que considerar que esta es una situación que puede desmotivar a algunos de los alumnos (pienso en los adolescentes, obligados a hacer algo en un momento en sus vidas en el que precisamente quieren demostrar su propia voluntad) cuando lo ideal sería influir en las mentes más jóvenes para que les encante comunicarse en otros idiomas y estén inspirados a lo largo de sus vidas a seguir aprendiendo. Creo que la clave es empezar tan pronto como sea posible, cuando los niños vean retos nuevos y diferentes, como aprender otro idioma sea como una aventura, algo positivo y divertido. En España la creación y éxito de los institutos bilingües es una realidad muy positiva, no solo para mejorar el nivel de conocimiento en general, pero también para que comunicarse en otro idioma sea una parte integral de la experiencia escolar desde las edades más tempranas; que sea esta la manera de comunicarse en el colegio, no una obligación impuesta.
Este asunto comprende un área enorme porque sí existen muchas diferencias entre países y esto no es el foro para discutir tantos casos específicos. Solo menciono el decepcionante hecho de que desde 2004, aprender otro idioma no es obligatorio en el sistema secundario del Reino Unido; pero también añado que sí es obligatorio en el primario desde 2010. ¿Veis? Un asunto complicado.
Y ahora otra motivación extrínseca fundamental y también algo que tratamos todos los días en King’s Training. La vida laboral de mucha gente ya tiene suficientes fuentes de estrés para que además se añada la necesidad de comunicarse en otro idioma; y sí, esto causa estrés. El ejecutivo que tiene el inglés como asignatura pendiente y sabe que es su punto débil, pero ¿cuándo tiene tiempo para estudiar? O bien, para el empleado que sí tiene bastante nivel, o esto es lo que pensaba antes de tener que asistir a un ‘conference call’ semanal con compañeros de los Estados Unidos, Polonia, India, Australia y Japón, y, ahora además le han puesto un nuevo jefe, de Escocia, y con un acento fortísimo. Así que, sí, hay estrés, y lo que hacemos en King’s Training, tanto profesores como consultores de formación, es encontrar las maneras más eficaces y a la vez manejables para conseguir metas reales. Pero, obviamente, también hace falta el empeño y esfuerzo del alumno y, de nuevo, es el papel del equipo del proveedor de idiomas crear un contexto ameno y productivo, donde el por qué especifico se convierta en fuente de motivación positiva y no solo fuente de preocupación.
Ahora tocan unos datos fascinantes de unos estudios realizados a lo largo del mundo. Los encuentro tan interesantes porque, como mucha gente a mi alrededor, mi realidad y mi día a día transcurre y se desarrolla en dos idiomas. ¡Me encanta que este hecho tenga tantas consecuencias positivas para la salud y bienestar en general! Según lo que he leído, hablar otro idioma te hace más inteligente (si negocias el significado en un contexto lingüístico, también desollarás esta habilidad en otros contextos), mejora tu memoria y tus habilidades multitarea, retrasa el desarrollo de Altzeimer’s y demencia, y además, nos hace hablar mejor incluso nuestra lengua materna – sí, cuando aprendes otro idioma se enfocan los mecanismos de lenguaje y esta consciencia te permite comunicar mejor en general; no das por supuesto la manera de comunicarte, cuestionas y exploras más.
La última fuerza de motivación que vamos a ver es aprender por amor. Quiero decir amor a otra persona, no amor al idioma en sí, la motivación intrínseca par excellence!
Imagino que cualquier persona que vive en un país en el que se habla otro idioma conocerá muchísimos casos donde la razón principal de aprender otro idioma es para poder comunicarse con la persona que comparte su vida (o, a lo mejor al principio, con la persona que quieres que comparta la vida contigo). ¡Aquí hay una motivación muy fuerte! Cuánta importancia tiene entender no solo lo que dice tu pareja pero también comprender bien estos matices que pueden acarrear tantas consecuencias.
Este factor también acarrea complejidad: a veces hay que negociar quien va a ceder y hablar en pareja con el idioma del otro; algunos deciden comunicarse en los dos, días pares el mío, impares el tuyo; otros intentan cambiar el idioma dominante después de iniciar el romance, pero pienso que esto es complicado cuando la vía comunicativa en pareja ya está establecida y consolidada; y si vienen niños el tema se lía aún más.
Finalmente, me gustaría añadir que al escribir este blog, inevitablemente me ha hecho pensar en mis propios porqués. Diría que es en parte por amor y en parte por el trabajo que tengo. Pero esto es solo parte de la historia; no he dicho nada de otras motivaciones que han pasado por mi vida como la de necesitar comprar una bombilla, la de tener que gestionar una cuenta bancaria, la de tener que asistir a la junta de la comunidad, la de querer leer literatura del país donde vivo. ¡Podría seguir! Y para el todo el mundo las fuerzas impulsoras van a variar y reflejar su propia realidad; mi madre, por ejemplo, tiene 80 años y lleva muchos años estudiando español a través de la University of the Third Age con el único fin de poder comunicarse con mi suegra. ¡A mí me parece una motivación muy bonita! ¿Y cuál es tu caso? Para que podamos continuar pensando en las motivaciones, sus características, y las mezclas entre ellas y lo que significan en nuestras vidas, me encantaría saber de los vuestras. ¿Por qué has aprendido otro idioma o por qué quieres hacerlo?