Decidir cómo queremos aprender puede ser todo un reto, sobre todo cuando se trata del tipo de profesor que nos enseñará. Hay quienes prefieren tener el mismo profesor durante años, o hay quien se anima a aprender con varios, reservando sesiones con profesores distintos cada semana. La pregunta es: ¿Qué método es mejor? ¿Es mejor aprender con un profesor o varios? En este artículo explicaremos las ventajas y desventajas de cada enfoque para ayudarte a tomar la mejor decisión para ti.
Aprender con un solo profesor tiene sus ventajas. Al tener una relación constante y cercana te puede dar una atención más personalizada que se adapta totalmente a lo que necesitas y se ajusta a tu manera de aprender. Además, al estar en total sintonía con tu profesor en cada clase, con métodos y enfoques tan personalizados y materiales ad-hoc, tendrás un seguimiento constante, detallado y útil, asegurando un progreso constante. ¡Pero ojo! aprender con varios profesores también tiene su lado positivo. La mezcla de puntos de vista y estilos de enseñanza, acentos y culturas puede hacer que el aprendizaje sea más eficaz, dándote un experiencia distinta en cada clase. ¡No te podrás relajar!
La decisión entre aprender con un solo profesor o varios va a depender de tus preferencias personales y de cómo te gusta afrontar tus retos. Si tienes en cuenta tus objetivos y cómo aprendes mejor, podrás ver qué opción es más atractiva para ti y efectiva en tu aprendizaje. ¡Sigue leyendo para descubrir más sobre este tema tan clave para tu desarrollo personal y decidir cuál es la mejor forma de aprender un idioma para ti!
Aprender un idioma con el mismo profesor tiene sus ventajas que le dan un toque distinto al proceso de aprendizaje. En primer lugar, seguir con el mismo profesor crea una sensación de constancia que te permite tener una conexión más estrecha con tu profesor. Esa cercanía facilita una comunicación más efectiva y tendrás la autonomía para colaborar con el profesor para que adapte su estilo de dar clases a lo que tu realmente necesites en cada momento (hoy tengo que preparar una presentación, la semana que viene tengo un viaje etc.). En base a esta constancia y cercanía, el profesor sabrá en todo momento qué necesitas, teniendo en cuenta tus fortalezas y debilidades, y aportando feedback continuamente sobre en qué puedes mejorar.
Además, estar con el mismo formador siempre, te genera confianza y seguridad y hará que te sientas más relajado en clase. Te sueltas más al hablar e incluso te sentirás más cómodo planteando tus dudas, inquietudes y opiniones, lo cual está genial porque hay una participación más activa y enriquecedora. ¡Sin miedos ni complejos! Entablar una relación con un solo profesor crea un ambiente de familiaridad donde se puede hablar más fácilmente y que la enseñanza del idioma sea más viva y adaptada a ti. Mantener esa relación estrecha con tu profesor a largo plazo también da la oportunidad de que conozca de primera mano tus habilidades y retos lingüísticos, lo que permite aplicar estrategias específicas para mejorar tu dominio del idioma.
En resumen, estudiar un idioma con el mismo profesor te da un ritmo continuo en el aprendizaje, creando un ambiente educativo donde la confianza y “el buen feeling” son la clave. Esto hace que la enseñanza sea muy completa, a medida y ajustándose totalmente a tus metas y necesidades en cada clase.
A pesar de que estudiar un idioma con un solo profesor tiene sus cosas buenas, también hay retos específicos en el enfoque educativo. El no tener variedad en perspectivas y estilos de enseñanza puede hacer que no te expongas todo lo que deberías a las diferentes formas de aprender el idioma. La diversidad en la enseñanza puede ser clave para afrontar las distintas maneras de aprender y prepararte para desenvolverte en situaciones de comunicación tanto personales como profesionales.
Además, existe la posibilidad de que haya conflictos de personalidad o en estilos de aprendizaje que no acaban de cuajar entre tu y tu profesor, ¡y eso no es bueno! Aunque tener una relación cercana tiene su lado positivo, el riesgo está en que la falta de variedad en las interacciones pueda llevar a distracciones o a que haya una desconexión entre ambos. Eso podría afectar a tu motivación y a la del profesor y acabar afectando tu progreso.
Otra desventaja es que te puedes perder la oportunidad de exponerte a diferentes contextos culturales y sus expresiones lingüísticas, acentos etc. que podrían darle esa chispa a tu formación. Si hay variedad en los profesores, se crean más oportunidades distintas de diálogo, en cambio acostumbrarse a un solo profesor puede hacer que percibas una visión más estrecha del idioma. En definitiva, aunque tener un solo profesor tiene sus puntos positivos, es clave saber encontrar el equilibrio para conseguir una formación completa y adaptable a ti en el aprendizaje de idiomas.
Ventajas de aprender con varios profesores
Estudiar un idioma con varios profesores durante tu experiencia educativa tiene ventajas que le dan un empujón a tu progreso y puede ser la mejor forma de aprender un idioma. Cada profesor, con su estilo propio de enseñar hace que entiendas el idioma desde distintos ángulos al tener una variedad de inputs y aporta diferentes enfoques en el idioma, desde la gramática hasta la pronunciación y conocimientos culturales.
Además, ir cambiando de formador ayuda a que te adaptes mejor a distintas situaciones comunicativas de manera espontánea. Al encontrarte con muchas formas de enseñar un idioma, aprendes a comprender y comunicarte en diferentes ambientes. También, esta diversidad incluso podría permitirte acostumbrarte a múltiples acentos y formas de hablar, lo cual es clave para mejorar la comprensión auditiva y hablar con más soltura.
Por último, estudiar un idioma con varios profesores puede enriquecer tu vocabulario y ampliar las expresiones que usas habitualmente. Cada profesor podrá incorporar a vuestras conversaciones matices y guiños específicos de su país, y así te podrás familiarizar con las diferentes formas de comunicarte y estilos de hablar. Esta variedad no solo ayuda a entender mejor el inglés o el idioma que estudies, sino también a apreciar más profundamente las culturas de habla inglesa. En resumidas cuentas, tener varios profesores en la enseñanza de idiomas te proporciona una gran variedad de perspectivas y oportunidades y por lo tanto un “boost” al aprendizaje de manera muy efectiva.
Estudiar un idioma con varios profesores puede tener sus retos que afectan a tu experiencia en general. Al principio, la falta de consistencia en los enfoques y estilos de enseñar puede ser un tanto confuso y hasta incluso puede hacerte sentir que comienzas de nuevo en cada clase, pasando tiempo en conocer a ese profesor. Cada profesor tiene su método y ritmo y eso puede hacer que sea complicado avanzar teniendo que acostumbrarse de nuevo a un método de aprendizaje distinto. Esto puede resultar en “gaps” de conocimiento del idioma y afectar al progreso natural en tu aprendizaje.
Además, si hay diferencias en la calidad de enseñanza que aporta cada profesor puede causar inestabilidad tanto en tu aprendizaje, en utilidad y efectividad, como en tu nivel de motivación personal. Si no hay coherencia y continuidad entre una clase y las siguientes puede haber saltos o incluso altibajos en tu camino de aprendizaje que podría llegar a afectar tus habilidades del idioma. Podrías insistir con cada profesor para que siga un plan de estudios que tenga sentido para ti pero si hay cambios constantes en cómo te enseñan, puede ser contraproducente.
Otra gran desventaja es que podría haber diferencias en cómo los profesores evalúan tu nivel de inglés y rendimiento personal y como (o no) te corrigen y dan feedback. Si hay discrepancias en los criterios, puedes sentirte inseguro en tus fortalezas y debilidades y un tanto perdido a la hora de saber en qué necesitas mejorar. Esto puede llegar a afectar a tu autoestima y a tu confianza y soltura con el idioma. En resumen, estudiar un idioma con varios profesores puede ser todo un reto por la falta de coherencia y continuidad en tu plan de aprendizaje y las posibles diferencias en cómo te evalúan, lo que podría afectar a tu progreso.
“Un aspecto fundamental para mí radica en la distinción entre aprender una lengua «estudiándola» y aprenderla «utilizándola». Un componente clave del aprendizaje a través del uso de una lengua es el «habla libre», donde el alumno se sumerge en la experiencia de «volar solo», experimenta con expresiones, y practica con elementos lingüísticos de su entorno, entre otras cosas. Esto, por supuesto, se desarrolla en un contexto de una clase de lengua comunicativa, pero gran parte del tiempo se dedica a trabajar con materiales, que probablemente formen parte de un programa de estudios más extenso. Además, el profesor se centra en las habilidades orales de los alumnos, especialmente en clases individuales y grupos pequeños. En tales casos, los conocimientos del profesor y la conexión que establece con los alumnos resultan cruciales para el progreso continuo. Enseñar idiomas implica la aplicación de una metodología, pero también la adaptación a los perfiles y preferencias de los alumnos, así como la comprensión de sus necesidades, que a menudo son complejas.
Aunque es posible aprender una lengua con una rotación regular de profesores, la falta de continuidad impone una mayor responsabilidad al alumno para organizar su propio aprendizaje y determinar lo necesario para avanzar al siguiente nivel. Aprender «solo utilizando» la lengua, suele requerir una cantidad significativa de input lingüístico, como encontrarse en un entorno donde se hable la lengua con regularidad. Si el interés del estudiante se centra en aprender simplemente hablando y evitando el estudio formal, podría argumentarse que los cambios regulares de profesor serían beneficiosos, en el sentido de ser principalmente compañeros de conversación. Sin embargo, si las oportunidades de hablar son limitadas por el alto número de alumnos en clase, podría resultar más útil como complemento de un programa de estudio organizado, con pocos o ningún cambio de profesor durante el curso.
Aunque sostengo la opinión de que es preferible mantener al mismo profesor en lugar de cambiar regularmente, es importante señalar que esto no necesariamente implica una relación de por vida. Un año académico puede ser suficiente para beneficiarse de la continuidad con un profesor; más allá de eso, los beneficios de una cara nueva y un enfoque diferente pueden superar la ventaja de continuar año tras año con el mismo profesor.”
Ed Taylor – Director académico King’s Training
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